De tu amor

Muéstrame el camino,
Y llévame a ese lugar donde solo existe alegría.

Donde la nostalgia es un mito,
Donde no existe nada comparado contigo.

Enséñame a cantar de alegría,
Cómo lo hacía cuando tenía tu compañía.

¿Dónde estás?
Que mis ojos quieren verte,
Escucho tu voz, pero no logro verte.

¿Dónde vives?
Que en mis sueños estás,
Y de ellos no te puedo sacar.

¿Hacia que rumbo va el aire?
Para que pueda oler tú aroma,
Para que me haga sentir vivo cuando te recuerde.

Ten seguro que te seguiré adorando,
Como lo he hecho siempre,
Desde aquel día, que el tiempo marcó el destino,
De dos almas que se encontraron,
De dos seres que se amaron,
Y que un suspiro me hace recordar,
Lo feliz que fui contigo al volver a pensar,
Lo que nunca llegué a imaginar,
Y de tu amor, no me quiero separar.

De lo más profundo del corazón

Que brille el corazón con su eterna nostalgia,
Y en cada suspiro el alma encuentre el desahogo para no sentir dolor.

Llena tu ser de júbilo y aprisiónalo como el primer abrazo,
Que se guarde para siempre en lo más profundo de los recuerdos.

Anhela con ansiedad ese primer beso,
Que hará que tu alma viaje por mundos que jamás imaginaste.

Abre la esencia y guárdala a perpetuidad,
Que se manifieste en el tiempo,
Para que siempre viva un suspiro,
Que salió de lo más profundo del corazón.

Te sentirás vivo

Al cantar de un grillo, el murmullo de la noche callaba,
Expectante de que las horas pasaran.

Un sueño se tornaba gris,
Un suspiro moría en silencio.

El aire se volvía apacible,
Como queriendo escuchar las notas de aquel grillo.

Las horas seguían pasando,
Como añorando el día,
Deseando encontrar el amanecer.

En calma absoluta la noche acompañaba un momento apacible,
Que enmarcaba con júbilo el eterno viaje de un sueño.

Sueña, sueña, que la noche durará lo que dura un suspiro,
Sueña, que si en esta noche vuelves a soñar, te sentirás vivo.