viernes, 19 de noviembre de 2010

Marchito Corazón

Hoy no quería que amaneciera,

Porque estabas en mis sueños,

Tu mirada me cautivaba,

Y tu sonrisa me llenaba de paz.

 

Hoy desperté con una gran sonrisa,

Porque en sueños me llenabas de tus caricias,

Tus labios rosaban los míos,

Estremeciendo completamente mis sentidos.

 

¿Hacia a donde navega un barco sin timón?

¿Hacia a donde irá un cuerpo sin razón?

¿A donde emigran los sueños cuando tu no estás?

 

Cuando sé, que la única ilusión,

Son tus besos, tus abrazos,

Tus palabras, tus miradas.

 

Mi necesidad entera,

Se ha puesto en un suspiro,

Que una rosa enmarcada en un cuadro,

Inspiró al autor de tan majestuosa obra,

Un sueño interminable que no deja espacio,

En el mundo, una fuente inagotable de inspiración,

Eso eres tú ante la razón,

Porque siempre habitarás en mi aún marchito corazón.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Ofrenda 2010.

Mírame de frente, te veo algo impaciente,

Se bien que tu visita no será permanente,

Porque he de acompañarte a un lugar qué no está en mi mente.

 

Déjame compartir estas últimas horas con mis seres queridos,

Para saber que no hay nada más que hacer,

Para saber que todo está bien

Para no dejar penas que me puedan hacer padecer.

 

Se bien quien eres, y sé bien lo que quieres,

Un suspiro mío, el último que podré entregarte en vida,

Ya después nada importará.

 

Mira como juegan esos niños en la calle,

Mira la alegría de sus ojos, que me hacen,

Escucha sus sonrisas, deleita tus oídos con cada una de ellas.

Se bien que estos son mis últimos minutos vivo,

Porque tu me has de llevar, siendo que eso no es un castigo.

 

Déjame pasar a ver por última vez a mi amada,

Que posiblemente yo haya muerto desde hace mucho tiempo en su corazón,

Déjame contemplar por última vez su hermoso rostro,

Eso labios que siempre me hicieron feliz, con sus besos y sus palabras que jamás volví a escuchar.

 

Déjame sentirme feliz, viendo mudamente por la ventana,

Ahí donde muchas veces se escaparon mis sueños,

Al dejarla, al verla, al suspirar por ella.

 

Ahora si ya es hora, mi última parada será mi casa,

Donde hay una viejita que me espera,

Con una vela encendida, con agua y pan para que mi viaje no sea tan pesado,

Déjame oler esas flores, y verme por última vez en el retrato,

Déjame contemplarme cuando era joven, para que mi corazón muerto vuelva a latir,

Ahora si, ya emprendo el viaje, porque el próximo año, también he de volver.