Robaste mi corazón, y no pudiste hacerlo sentir feliz, lo destrozaste y no pudiste darle los primeros auxilios, lo dejaste morir y no pudiste darle bonita despedida
¿Qué más puedo hacer? Si ya intenté de todo. Desde lo bueno hasta lo malo.
Y solamente en mi alma, quien muchas veces lloró, no encontró más aliento que el de la soledad.
En las noches, mi mente no hacía más que recordar, cuando estábamos juntos, y mí labios se marchitaron por ya no tener tus besos.
Mi cuerpo dejó de sentir el calor de tus abrazos y mi ser, comenzó a colapsar porque tu amor para mi ya no iba a estar.
La luna se enteró de mi deceso, y el sol la quiso consolar, se acompañaron en un eclipse que duró mientras duró la agonía de mis ser.
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