Me miraste, y giraste tus manos hacia a mi,
Susurró tu voz y el mundo se estremeció.
Tu palabra rebasó los tiempos,
Y se quedó en los corazones,
Está latente para quien quiere ver a través de tus ojos.
Tus actos llenos de amor,
No son asimilados para los que aún no creen en ti,
Más agradecemos por tus bendiciones,
Los que tenemos la dicha de conocerte.
Refrescas mi ser de esperanza,
Llenas mi mente de luz,
Mi corazón rebosa de alegría,
Cuando encomiendo mi vida a tu perdón.
Siempre vivirás en mi corazón,
Porque desde que entraste,
Lo llenaste de fuerza,
Y también de amor.
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