lunes, 3 de noviembre de 2008

La ilusión que nunca termina

Son las palabras que reconfortan el alma,
Las miradas que te hacen sentir el calor de la ternura,
Los gestos que te hacen sentir bien,
Los abrazos que te hacen vivir.

Aunque una lagrima salga de nostalgia,
Y un suspiro se escape desde el rincón más profundo del alma,
Sabrás que alguien podrá desvanecer todo el mal que existió,
Sabrás que esa persona te considera especial en su vida.

Aunque no hayas rosado por un instante su piel,
Aunque no hayas probado el sabor de sus labios,
Aunque nunca te haya dicho el cariño que te tiene,
Eso no importará, porque Dios los hizo el uno para el otro.

Solamente queda en los corazones que en verdad se aman,
La flama de la pasión que se graba en su esencia,
Solamente queda que las almas se unan en una sola,
Para que por siempre exista en ellas, la ilusión que nunca termina.

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