sábado, 20 de junio de 2009

Encontrando la Luz [Cuento]

Era una de esas noches, tan oscura como no se puede imaginar,
La lluvia caía muy fuerte,
Y yo seguía caminando, no alcanzaba a ver más allá que las tenues luces del pueblo al cuál me dirigían
Seguí caminando, no recuerdo cuanto tiempo más
Pero la noche y la lluvia seguían cayendo sobre mí,
Los zapatos llenos de lodo, me hacían por momentos perder el paso
Pero era tan poco el cansancio y más las ganas de llegar que seguí adelante
La lluvia dejó de caer ya casi llegando al pueblo, las luces eran escuetas, unas prendidas y otras no
Las cuales hacían unas calles más oscuras que otras,
Por fin encontré un hotel abierto y entré
Limpié lo más que pude mis húmedos y enlodados zapatos
Y entré a pedir una habitación, tal vez serían las 02:00 o 03:00hrs
Y después de un rato salió un señor a recibirme,
Me preguntó; Joven ¿Qué anda usted haciendo a estas horas de la noche?
Y le respondí, solamente quiero descansar, porque estoy emprendiendo un largo viaje
Me replicó ¿A dónde se dirige usted? y le dije voy tan lejos como el tiempo haga olvidarme de quien soy
La cara del señor, mostró incertidumbre y ya no preguntó más
Me dio una habitación en el primer piso y amablemente me dirigió hacia ella,
Cuando abrió y metí mis cosas, volvió a preguntar ¿Se le ofrece algo más?
Y con un gesto le dije que no, después de eso se marchó y me dejó descansar
No pasarían más de 20 minutos de que me despojé de mis ropas húmedas y maltrechas por la tempestad
Cuándo en la ventana de aquella habitación escuché unos aleteos de un ave, que ya hacía fuera del balcón
Intenté ponerme mis pantalones para salir a ver qué era, pero no me dio tiempo ya había volado
Y decidí volver a la cama para seguir descansando
Ya estaba casi por conciliar el sueño, pero esa ave regresó de nueva cuenta,
Al mirar por la ventana y entre las cortinas, antes de acercarme a la misma ventana vi una sombra negra y oscura
La cual me dejó helado, casi mi alma salió, el corazón se agitó tanto que no podía casi respirar
Me quedé impactado de esa sombra esa imagen que no podré olvidar,
Después de ver eso que me sorprendió, escuché nuevamente los aleteos de esa ave, que ahora veía como algo que no conocía
Y se marchó,
Como pude bajé a avisarle al señor de la estancia, pero no lo encontré
Las puertas del hotel cerradas
Regresé a mi habitación para ponerme la camisa y los zapatos, ya que lo único que traía puesto era el pantalón
Tal vez serían las 4:30, aún faltaba mucho para amanecer
Tomé mis pertenencias mi cartera y el poco dinero que traía
Y bajé de nueva cuenta a buscar al señor, pero mi búsqueda fue en vano
No lo encontré
Abrí como pude la puerta principal, y salí
Solamente vi sombre mi cabeza una sombra muy densa, y se alejó tan rápido que no pude ver qué era
Así como pasó eso inmediatamente corrí al centro del pueblo queriendo encontrar a alguien para contarle lo que había ocurrido, pero no salió nadie de ninguna de las casas del pueblo
Para ese entonces ya eran casi las 05:10 de la mañana,
Así pasé por todas, casi todas las casas del pueblo pero nada, y lo que pude hacer fue irme, seguir mi camino
El sol salió, y yo seguía pensando, en qué habrá sido lo que ocurrió en ese lugar, del cual no recuerdo el nombre
Ya con la mañana encima encontré otro pueblo
Y le pregunté a la gente que veía; hola buenos días disculpe ¿Cómo se llama el pueblo que está antes de llegar a este?
Cuándo la gente escuchaba eso, no me decía nada, solamente sus rostros se tornaban pálidos y huían, se metían a sus casas
Así pregunté varias ocasiones, hasta que encontré a un anciano en su patio
Y ya con la duda de preguntar o no, me acerqué y le dije; Señor usted me puede sacar de una duda, y me dijo sí, diga usted, se ve cansado y desvelado, pero dígame,
¿Usted me puede decir, como es que se llama el pueblo que está antes de llegar aquí?
Para mi sorpresa el señor me dijo, te voy a decir algo muchacho, y le dije ¡si! dígame
El anciano me dijo, que hace muchos años existió una comunidad, pero que por una riña entre los pobladores, algunas avaricias, ese pueblo había desaparecido hace más de 120 años, y qué aún él cuando era muy pequeño oía a sus abuelos contar esa historia
Donde en un hotel, una noche llegó un joven que escuchó un ave, y qué cuando salió no encontró un alma en ese lugar, desde ese entonces el alma siguió penando, por muchos poblados, la pena de esa alma no le alcanzó a comprender que murió en ese lugar, cuando los aleteos de esa ave, le robó su espíritu
Desde ese día yo he estado esperando que un día vuelvas, para que te cuente esa historia, para qué comprendas que no eres tú quien vivió ese trágico suceso, sino qué es tiempo de qué comprendas qué, lo que hiciste, no te llevó a nada más que a una muerte que todos quisieron olvidar
Y ahora que estás aquí, es tiempo de que te diga, que vayas a descansar en paz, porque yo te daré luz con esta veladora que siempre he tenido preparada para ti.
El alma comprendió que su penar no era más que un sufrimiento que no podía comprender, y que cuando llegó con ese anciano, él estaba tan preparado que el simple hecho de verlo no lo asustó, y desde ese día, el ente que vaga en las noches lluviosas y frías, siempre encontrará la luz, viajando de pueblo en pueblo esperando que alguien le prenda una veladora.

3 comentarios:

  1. Me gusto mucho el cuento.
    Definitivamante escribes muy bien
    Pero no entendi algo¿?
    tkkkm
    atte. ViviaNa

    ResponderBorrar
  2. priiimiiiiiuuux....

    coOmoO te atreeeveez a pooneer un cuentoo azii dee miiedOo weenOo zuzpeenzOo o loO qe zeeaaa ii dejaar qe yo lo leeaa a laz 11:30 =S hahaha no dormiiree hahaha.. nee perO esta wenO priimOo.... saluudiineez a todooz.. bezooz

    att.. paathOo

    ResponderBorrar
  3. k pdo kbn del navo tu blog da wueba pcimo iwal k cartas d la zpata!!!

    ResponderBorrar